Cómo cuidar la piel después del parto
La vida de una nueva mamá se pone patas arriba. Se siente eufórica, pero también muerta de cansancio, emocional y totalmente abrumada. ¿Cómo cuidar la piel después del parto?
E incluso después que al menos vuelves a poner una pierna en el suelo y puedes dormir toda la noche un poco más, todavía no te sientes completamente cómoda en tu propia piel debido a los cambios en la piel causados por el embarazo.
La piel después del parto te muestra un abdomen flácida, las zonas secas de la piel, la piel extra sensible y las estrías pueden ser muy frustrantes para las nuevas mamás. No te desanimes. Es perfectamente normal que la piel se sienta débil y flácida después del embarazo, y la montaña rusa de hormonas hace que se vea francamente cansada.
La buena noticia es que, si le dedicas un poco de tiempo y sigues unos sencillos consejos para el cuidado de la piel, recuperarás tu elasticidad, firmeza y volumen.
1. Los peelings regulares estimulan la circulación sanguínea
Una excelente manera de tensar y rellenar la piel es exfoliarla en la ducha o el baño. Mueve un guante de masaje o un cepillo sobre la piel con movimientos circulares para eliminar las células muertas de la piel y estimular el flujo sanguíneo.
No es nada difícil hacer del exfoliante una parte integral del cuidado corporal diario. El aumento del flujo sanguíneo asegurará una rápida renovación celular y, por lo tanto, una nueva capa saludable de piel.
2. Masaje diario con la loción corporal tensora para la piel después del parto
Debido a la pérdida de elasticidad, la piel después del parto aparece flácida y seca. Masajear suavemente con loción corporal reafirmante para la piel hidrata y favorece así tu elasticidad.
Enriquecida con vitamina E, esta loción ligera y sedosa para el cuidado de la piel rellena instantáneamente la piel sensible. La piel parecida al papel casi se derrite y se vuelve a suavizar mientras se reponen sus reservas de humedad. Al igual que el exfoliante, el masaje con loción debe realizarse diariamente para obtener mejores resultados.
3. Ejercicios suaves para una apariencia más tonificada
El entrenamiento físico hace maravillas, tanto para la mente como para el cuerpo. En consulta con tu médico, puedes incorporar algunos ejercicios ligeros en tu vida diaria cada semana.
Trata de encontrar tiempo para caminatas más largas, nadar ocasionalmente, tal vez un poco de entrenamiento en bicicleta estática o una clase de yoga en línea. No importa lo que sea, sentirás un impulso natural de energía, recuperarás la fuerza muscular y también tensarás la piel abdominal.
El malestar de la piel después del embarazo es muy común y forma parte de la vida de toda nueva mamá. Así que sé paciente y aplícate un aseo regular.
¿Qué más puede ayudar para la piel después del parto?
Durante meses acariciamos, aceitamos y mimamos el vientre en crecimiento. Y ahora mismo, por supuesto, solo tenemos ojos para nuestro bebé y apenas tenemos tiempo para nada más.
Sin embargo, la parte media de nuestro cuerpo aún debe recibir más atención. Para que tengamos la fuerza suficiente como madre a tiempo completo y nos sintamos bien al respecto. Es una locura cómo todo puede estirarse y reorganizarse a medida que crece la vida dentro de ti. No esperes verte como antes de dar a luz.
Puede llevar meses incluso acercarte a verte igual de nuevo. No te compares con los demás. Cada mujer y su cuerpo es diferente. Confía en los poderes curativos naturales y ama cada signo externo de la maternidad. Es un milagro
Cuidado personal
Incluso después del parto no tienes que prescindir de tu rutina de cremas. Sin embargo, más cauteloso que antes. No seques completamente la piel después de la ducha o el baño, sino que masajea el aceite corporal sobre la piel aún húmeda.
Esto permite que la humedad se mueva mejor. El aceite de almendras, por ejemplo, funciona para las nalgas del bebé y la barriga de la mamá. Sin embargo, después de dar a luz por cesárea, la costura debe mantenerse seca y limpia.
Las cremas especiales pueden ayudar con la curación aquí. Evita el sol y el solárium. Y no olvides que esa cicatriz también es un signo de orgullo.