Muchas futuras madres se quejan de dolor abdominal. Estar embarazada significa una mayor susceptibilidad a tirones incómodos o presión dolorosa en la región abdominal. La mayoría de las veces, este dolor abdominal es inofensivo y se debe a los enormes cambios físicos.

El dolor abdominal intenso y de inicio repentino durante el embarazo puede tener causas graves.

Embarazo y dolor abdominal: ¡no es raro!

Las mujeres embarazadas suelen sufrir dolores abdominales más o menos intensos pero normalmente inofensivos. El dolor es punzante, tirante, palpitante, sordo o cólico y puede variar desde la parte inferior del abdomen hasta la parte superior del abdomen.

En la mayoría de los casos, los enormes cambios físicos desencadenan el dolor: cuanto más avanzado está el embarazo, más intensos son los síntomas.

Aunque este dolor abdominal es inofensivo durante el embarazo, algunas mujeres se preocupan por el bienestar de su hijo. Luego debe buscar una conversación con la partera o el ginecólogo. Por lo general, estos pueden calmar a la futura madre.

Se nota el embarazo

Para algunas mujeres, el primer signo de embarazo es una ligera contracción en el abdomen: la contracción ocurre cuando el óvulo fertilizado se implanta en el revestimiento del útero. La placenta también se desarrolla en las primeras semanas de embarazo y sus vellosidades parecidas a raíces penetran gradualmente en el útero.

Además, se forman nuevos vasos sanguíneos para abastecer al niño en crecimiento. Todos estos procesos no siempre pasan desapercibidos y desapercibidos para la mujer embarazada.

De tirones leves a calambres: ligamentos

Cuanto más avanzado el embarazo, peor es el dolor abdominal. Las mujeres embarazadas a veces se quejan de fuertes dolores espasmódicos, que pueden emanar de los llamados ligamentos de maternidad.

Las dos bandas flexibles de fibras musculares anclan el útero a la pelvis y estabilizan su posición al estirarse y relajarse de nuevo de forma selectiva. Esto a veces desencadena un dolor intenso en la parte lateral del abdomen, comparable a una distensión muscular.

Un intestino perezoso a menudo causa dolor abdominal

Estar embarazada a menudo conlleva problemas digestivos: hasta el 44 por ciento de todas las mujeres embarazadas sufren dolor abdominal, estreñimiento e hinchazón. Los cambios hormonales son los principales responsables de los síntomas: concentraciones hormonales más altas, por ejemplo, la hormona progesterona, ralentizan la actividad del tracto gastrointestinal. Esto puede causar gases, estreñimiento, dolor de estómago, náuseas y vómitos y acidez estomacal.

La falta de espacio aumenta el dolor abdominal

Durante el embarazo, el espacio en el abdomen de la madre se vuelve cada vez más pequeño: el útero y el niño se vuelven más grandes y requieren cada vez más espacio. ¡Se está poniendo apretado!

Esto comprime los órganos circundantes. Por ejemplo, el aumento de la presión sobre los intestinos provoca hinchazón y estreñimiento, mientras que la presión prolongada contra el estómago provoca dolor de estómago. Los movimientos y patadas del niño también contribuyen al dolor abdominal durante el embarazo.