Salivación en el embarazo
Pocas mujeres embarazadas tienen más saliva en la boca, especialmente al principio del embarazo. A veces esto va acompañado de vómitos. Se supone que los cambios en el sistema nervioso involuntario (vegetativo) durante la gestación son los responsables de la salivación en el embarazo.
Salivación en el embarazo
Si la saliva se acumula constantemente en la boca y hay que tragarla o escupirla, suele ser muy estresante para la mujer afectada. Sin embargo, desde un punto de vista médico, no es peligroso. Los síntomas a menudo desaparecen después del cuarto mes de embarazo, pero en algunos casos persisten durante todo el embarazo.
No existen estudios científicos sobre la eficacia de los tratamientos. La experiencia ha demostrado que los enjuagues bucales con tintura de mirra en agua o con té de salvia pueden aliviar el sabor desagradable que suele acompañar la salivación en el embarazo.
Tienes un flujo de saliva incómodo y muy pesado ¿Qué puedes hacer?
Un flujo muy fuerte de saliva durante el embarazo se denomina ptialismo gravídico y, lamentablemente, es un efecto secundario relativamente normal e inofensivo pero muy molesto, especialmente en relación con las náuseas.
En casos extremos, se puede producir hasta 1 litro de saliva por día, por lo que la cantidad de orina se reduce automáticamente. Uno solo puede consolarse con el hecho de que los síntomas generalmente desaparecen después del primer tercio, pero a más tardar después de la vigésima semana.
¿Qué hacer ante la salivación en el embarazo?
La menta para el aliento ayuda a algunas mujeres, lo que se dice que reduce la producción de saliva. Al menos la saliva es más fácil de tragar de esa manera. En general, es bueno hacer algo con las náuseas, lo que a su vez reduce la producción de saliva. En casos graves, su médico puede recetarle una dosis baja de un anticolinérgico (atropina).
Pulsatilla ha demostrado ser una medida homeopática. Habla con tu médico o un farmacéutico capacitado en homeopatía al respecto.