Hablemos sobre tu primer trimestre de embarazo: Del óvulo al feto
Una prueba de embarazo o un análisis de sangre en el médico pueden proporcionar una certeza final después de la ausencia de la regla. Hablemos sobre tu primer trimestre de embarazo.
En la cuarta semana de embarazo, puede ocurrir el llamado sangrado de nidación, que ocurre cuando el embrión se implanta en el útero. Se nota como una mancha de luz ¡No tienes que asustarte!
Incluso si no se puede ver la protuberancia del bebé en las primeras semanas de embarazo, muchas mujeres luchan con quejas típicas como fatiga extrema, cambios de humor y problemas circulatorios.
Bienvenidas las náuseas matutinas en tu primer trimestre de embarazo
Las náuseas matutinas se sienten particularmente incómodas y a menudo acompañan a las mujeres embarazadas durante el primer trimestre de embarazo hasta la semana 12 de embarazo.
El final del primer trimestre de embarazo, en cambio, es percibido como muy agradable por muchas mujeres embarazadas: las náuseas y los vómitos suelen remitir y el cansancio intenso da paso a nuevas energías.
A partir de la semana 12 de embarazo, los deportes suaves de resistencia como la natación, la marcha nórdica, el yoga durante el embarazo o una caminata larga son ideales para las mujeres embarazadas. Las dolencias como el dolor de espalda se pueden prevenir mediante el ejercicio regular y se promueve el equilibrio mental.
El desarrollo del embrión en las primeras 12 semanas de gestación
Después de la fertilización, el óvulo se incrusta en el revestimiento del útero en la cuarta semana de embarazo. En las siguientes 4 semanas, el embrión experimenta un verdadero brote de desarrollo: el corazón comienza a latir, se desarrollan otros órganos vitales y el tubo neural (precursores de la médula espinal y el cerebro).
La creación de todos los órganos importantes se completa al comienzo del tercer mes de embarazo. El embrión ahora se conoce como feto ¡Y esto será muy emocionante para ti!
Al final del primer trimestre, las mamitas embarazadas pueden volver a respirar profundamente: el riesgo de parto prematuro se reduce significativamente a partir de la duodécima semana de embarazo. Es por eso que muchos futuros padres eligen este momento para contarles a sus familiares y amigos sobre el embarazo.
Chequeos en el primer trimestre de embarazo
Después de una prueba de embarazo positiva, que generalmente se realiza en casa, las mujeres deben consultar a su ginecólogo entre la cuarta y la octava semana de embarazo. Esto confirma el embarazo con un análisis de sangre y utiliza una ecografía vaginal para comprobar si el embrión se ha implantado en el útero.
Además, se determina el grupo sanguíneo de la futura madre y se realiza una prueba de rubéola. Finalmente, a las mujeres embarazadas se les entrega su tarjeta de maternidad, en la que se registran todos los valores importantes hasta el final del embarazo.
Entre la novena y la duodécima semana de embarazo se debe realizar el primer control médico por parte de un médico o partera.
Durante la primera evaluación, el médico usa una ecografía vaginal para determinar si se trata de un bebé o de partos múltiples. Además, se mide la denominada longitud coronilla-rabadilla del bebé y se determina la fecha prevista de parto.
Otros aspectos que evaluará el especialista
Se controlan la actividad cardíaca y el desarrollo apropiado para la edad de los órganos y las extremidades. Además, en la mujer embarazada se controlan la orina, la presión arterial, la hemoglobina de la sangre y el nivel del útero.
El muestreo de vellosidades coriónicas proporciona información sobre enfermedades o malformaciones hereditarias a partir de la décima semana de gestación.
A partir de la undécima semana de gestación, la medición de la transparencia nucal puede indicar un posible defecto genético como la trisomía 21 (síndrome de Down). Si bien los exámenes preventivos los paga la compañía de seguros de salud, los futuros padres deben hacerse cargo de las pruebas de diagnóstico prenatal sin necesidad médica.