Durante el embarazo, circulan muchos mitos sobre la alimentación. Algunas creencias populares pueden ser perjudiciales para la salud de la madre y el bebé. Este artículo desmitifica algunas ideas comunes sobre la nutrición en el embarazo, proporcionando información basada en evidencia científica. 

Comer por dos: Un mito peligroso 

La idea de «comer por dos» es un mito muy extendido pero completamente falso. Si bien tus necesidades calóricas aumentan durante el embarazo, no se duplican. Un aumento excesivo de peso puede provocar complicaciones como diabetes gestacional, hipertensión y un parto difícil.  

En lugar de comer el doble, debes enfocarte en una alimentación nutritiva y equilibrada que proporcione los nutrientes esenciales para ti y tu bebé, en las cantidades adecuadas. Un aumento de peso excesivo también puede dificultar la pérdida de peso después del parto. 

Antojos y aversiones:  La realidad hormonal 

Las náuseas matutinas, los antojos y las aversiones a ciertos alimentos son comunes durante el embarazo debido a los cambios hormonales. Mientras que ceder a algún antojo ocasional no es dañino, no debes basar tu alimentación en ellos.  

Si experimentas aversiones fuertes a grupos de alimentos importantes, consulta a un nutricionista para asegurarte de que estás obteniendo todos los nutrientes necesarios a través de otras fuentes. Recuerda que la variedad es clave para una alimentación completa y balanceada. 

Alimentos prohibidos: Separando el mito de la realidad 

Existen muchos alimentos que se consideran «prohibidos» durante el embarazo, pero la mayoría de estas restricciones son exageradas o mal interpretadas.  Por ejemplo, el consumo moderado de café generalmente se considera seguro, aunque es recomendable reducir la ingesta de cafeína.  

El pescado, aunque rico en nutrientes, debe consumirse con precaución, optando por variedades bajas en mercurio.  Es importante informarse adecuadamente sobre los riesgos reales asociados a cada alimento y consultar con tu médico o nutricionista para aclarar cualquier duda.  No te autoimpongas restricciones innecesarias. 

Suplementos: ¿Necesarios o no? 

Algunos suplementos son esenciales durante el embarazo, como el ácido fólico, el hierro y la vitamina D. Sin embargo, no se deben tomar suplementos sin la recomendación de tu médico o matrona.  

Un exceso de ciertas vitaminas puede ser perjudicial.  Tu médico te realizará análisis para determinar si necesitas suplementos y te indicará las dosis adecuadas.  Recuerda que una dieta equilibrada puede proporcionar muchos de los nutrientes necesarios. 

Hidratación: Fundamental para la salud materna y fetal 

Beber suficiente agua es crucial durante el embarazo.  La deshidratación puede provocar fatiga, dolores de cabeza y estreñimiento. Asegúrate de beber al menos ocho vasos de agua al día, aumentando la ingesta si realizas ejercicio o vives en un clima cálido.  Recuerda que la hidratación contribuye al correcto funcionamiento de todos los sistemas del cuerpo, tanto el tuyo como el de tu bebé. 

La nutrición durante el embarazo es fundamental para un desarrollo saludable del bebé y el bienestar de la madre.  Es importante basar tu alimentación en información precisa, desmintiendo los mitos y consultando siempre con profesionales de la salud para recibir orientación personalizada.