Beneficios del Yoga en el embarazo
Estar embarazada es algo grandioso… como mujer, llegas a conocer tu cuerpo y a ti misma de una manera nueva y yo, al menos, estaba bastante fascinada con lo que era este cuerpo. Pero dar a luz también es toda una hazaña y tu cuerpo rinde al máximo durante el parto. El yoga en el embarazo puede ayudarte a aceptar el nacimiento y al mismo tiempo prepararte para el parto.
Los 7 beneficios del yoga en el embarazo
- Aprenderás a tensar y relajar activamente los músculos.
- Fortaleces suavemente tus músculos. Esto es importante porque tu cuerpo aumenta de peso durante el embarazo y el peso adicional te genera más estrés.
- Llegas a conocer mejor tu cuerpo y tu conciencia corporal mejora.
- Aprendes a usar tu respiración ya respirar con un propósito. Esto puede ayudar a aliviar el dolor durante el trabajo de parto.
- Practica la relajación en poco tiempo y también reduce el estrés, lo que a su vez tiene un efecto positivo en tu bebé. Porque cuando mamá está bien, el bebé también está bien.
- Se liberan las tensiones durante el embarazo, por ejemplo en la espalda, las caderas o en los hombros y el cuello.
- Mejora tu circulación sanguínea, lo que a su vez asegura que tu bebé esté mejor cuidado.
¿El yoga es realmente seguro para las mujeres embarazadas?
Básicamente, el yoga ligero no es peligroso para la mujer embarazada o el feto. Al contrario, es bueno tanto para el cuerpo como para el alma. Muchos ejercicios de yoga son tan adecuados para mujeres embarazadas como para mujeres no embarazadas.
No obstante, durante el embarazo se deben evitar ejercicios con grandes contorsiones o giros y ejercicios en los que el abdomen esté tenso. Pero antes de comenzar a entrenar, se aplica lo siguiente: primero consulta a tu partera o ginecólogo y aclara si puedes practicar yoga en el embarazo, es decir, ¡obtén la aprobación oficial!
En las siguientes circunstancias, definitivamente debe evitar el yoga durante el embarazo:
- Si el cuello uterino ya está dilatado
- Si tienes ciertos problemas cardíacos, pulmonares y de presión arterial,
- Si hay sospecha de parto prematuro o posición baja de la placenta,
- En anemia severa y sangrado
Sin embargo, tan pronto como hayas recibido el «go» oficial de tu ginecólogo o partera, ¡puedes comenzar! Lo bueno del yoga es que, en principio, se puede practicar desde el primer día del embarazo hasta el último día antes del parto.
Después de obtener el permiso del médico, no hay nada que decir en contra de hacer ejercicios ligeros de yoga varias veces a la semana, que han demostrado ser buenos tanto para la madre como para el bebé.