Presión arterial alta durante el embarazo
Una de cada diez mujeres embarazadas tiene presión arterial alta. Solo en casos raros, la presión arterial alta es un signo de preeclampsia. Aquí puedes obtener más información sobre esta peligrosa enfermedad.
Presión arterial alta en el embarazo
La presión arterial de una mujer embarazada no debe exceder de 140 a 90 mmHG. Esta es la única manera de garantizar una atención óptima para el niño. Si los valores están por encima de esto, se habla de presión arterial alta (hipertensión). Básicamente, hay dos tipos de presión arterial alta durante el embarazo:
- Presión arterial alta crónica que está presente antes del embarazo
- Hipertensión gestacional, que se desarrolla solo durante el embarazo.
Normalmente, el embarazo es normal en ambos casos. Sin embargo, en casos raros, la hipertensión puede indicar una afección más grave: la preeclampsia.
Preeclampsia: cuadro clínico y síntomas
La preeclampsia solo ocurre durante el embarazo y desaparece por sí sola después del parto. En Latinoamérica, alrededor de 15.000 mujeres embarazadas se ven afectadas cada año. Las causas son desconocidas.
Los síntomas de la preeclampsia son aumento de la presión arterial, edema (hinchazón) y excreción de proteínas en la orina. Dado que estos también pueden ocurrir en embarazos normales, se requiere especial precaución si se presentan varios síntomas juntos.
En casos severos, también pueden ocurrir dolores de cabeza, náuseas con vómitos, mareos, sensibilidad a la luz o alteraciones visuales.
En casos particularmente severos, puede ocurrir insuficiencia renal aguda, acumulación de agua en el cerebro o incluso un desprendimiento de la placenta (placenta). En este caso, ya no se garantiza el suministro de nutrientes al niño. Si más de la mitad de la placenta se suelta, existe riesgo de muerte para el niño.