Si el estrés psicológico de la futura madre es demasiado grande, esto puede tener un efecto negativo en el desarrollo del niño. Se sabe que el estrés prenatal (es decir, el estrés antes del nacimiento) aumenta el riesgo de trastornos infantiles graves.

Estos incluyen nacimiento prematuro, bajo peso al nacer, trastornos neurológicos y del desarrollo emocional como TDAH o capacidades mentales reducidas y dolencias físicas como asma u obesidad.

Demasiado estrés puede ser perjudicial

Las siguientes tensiones psicológicas pueden tener un efecto negativo en el niño:

• Depresiones
• Miedos, incluidos los relacionados con el embarazo
• Duelo
• Condiciones de vida problemáticas, como problemas en la pareja, violencia mental o física
• Otras experiencias traumáticas como asaltos, ataques terroristas o desastres naturales

Sin embargo, muchos niños también nacen sanos cuyas madres han sufrido estrés mental severo en los nueve meses anteriores. Esto significa que el estrés severo durante el embarazo puede, pero no necesariamente, tener consecuencias para la salud del niño.

Si sufres ansiedad severa o estrés durante el embarazo, o si no puede superar una experiencia traumática, busque la ayuda de un médico o terapeuta capacitado.

Psicofármacos en el embarazo

Las mujeres con afecciones psiquiátricas como esquizofrenia, trastorno bipolar, ansiedad o trastorno obsesivo-compulsivo generalmente se tratan con medicamentos. Si te quedas embarazada, no debes interrumpir el tratamiento de forma abrupta. Hasta el momento, solo se sabe que unos pocos fármacos psicotrópicos son teratogénicos (p. ej., algunos epilépticos).

Por lo tanto, habla con tu médico sobre qué medicamentos puedes tomar a pesar del embarazo y cuáles debes suspender o cambiar por una preparación alternativa para estar segura. También podrá darte recomendaciones y opciones de apoyo para el tiempo durante y después del embarazo.