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Cambios físicos durante el embarazo

Cambios físicos durante el embarazo

Durante el embarazo se producen numerosos cambios físicos. ¿Qué pasa exactamente ahí? Consejos sobre cómo afrontar los inconvenientes.

Cambios físicos en el embarazo

Muchas mujeres embarazadas disfrutan de los cambios físicos y las formas crecientes de sus cuerpos. Se sienten fuertes y relajadas y muestran sus cuerpos embarazadas con alegría y orgullo. Sin embargo, algunas mujeres luchan por aceptar estos cambios físicos. Especialmente cuando están plagados de molestias como náuseas, varices o dolor de espalda.

Los cambios físicos se deben a los cambios hormonales

Tan pronto como el óvulo fertilizado se ha implantado en el útero, se producen numerosos cambios físicos en tu cuerpo como resultado de los cambios hormonales. Fascinantes e impresionantes adaptaciones del cuerpo femenino, que demuestran tu maravillosa capacidad para formar un niño y garantizarte los cuidados que necesita hasta que nazca.

Para asegurarse de que su bebé en crecimiento y el útero bien perfundido reciban suficiente oxígeno, circulan hasta dos litros más de sangre en tu cuerpo durante el embarazo. Dado que este aumento se debe en gran parte a un mayor contenido de agua en la sangre, la concentración de hemoglobina en la sangre desciende.

Cambios físicos durante el embarazo

Anemia fisiológica

Por tanto, esta anemia fisiológica del embarazo se da en muchas mujeres embarazadas. Si el valor de laboratorio cae por debajo de cierto valor empírico, tu médico te recomendará que tomes un suplemento de hierro.

Aunque su pulso no cambia mucho, la capacidad de bombeo del corazón aumenta, lo que puede expresarse en frecuentes falta de aire. Ciertas hormonas hacen que las válvulas venosas se ensanchen, especialmente las de la mitad inferior del cuerpo.

¿Qué puede provocar?

Esto puede provocar venas varicosas hinchadas y, a veces, dolorosas en las piernas, los labios (várices de la vulva) y el ano (hemorroides). El mareo puede ser causado por un flujo sanguíneo bloqueado, por ejemplo, por acostarse boca arriba (al final del embarazo) o estar de pie durante largos períodos de tiempo.

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