¿Cuánto ácido fólico necesitas durante el embarazo?
Existe el riesgo de trastornos graves del desarrollo en el embrión si hay una deficiencia de la vitamina ácido fólico. Por lo tanto, el embarazo es una fase en la que las mujeres definitivamente deben tomar un suplemento de ácido fólico (es incluso mejor comenzar a tomarlo antes de la concepción).
Porque incluso una dieta mixta equilibrada no siempre cubre la necesidad de esta vitamina. Lea más sobre el ácido fólico en el embarazo aquí: su importancia, la dosis recomendada, el momento óptimo para tomarlo y los posibles riesgos de la deficiencia de ácido fólico.
¿Qué es el ácido fólico?
Los alimentos de origen animal y vegetal contienen un grupo de vitaminas B solubles en agua llamadas folatos. Una vez ingeridos a través de los alimentos, se convierten en una forma molecular activa (tetrahidrofolato) en el cuerpo. De esta forma, regulan muchos procesos celulares importantes, como la división celular y el crecimiento celular.
El ácido fólico es una forma de folato producida sintéticamente. También se convierte en el tetrahidrofolato activo en el cuerpo. A diferencia de los folatos, el cuerpo puede utilizar mejor el ácido fólico. Para hacer justicia a esta diferencia en el cálculo de la ingesta diaria necesaria, se introdujo el denominado equivalente de folato.
Se aplica lo siguiente:
- 1 microgramo de folato equivalente corresponde a 1 microgramo de folato dietético o 0,5 microgramos de ácido fólico.
Adultos: ¿Cuánto ácido fólico por día?
La dosis diaria recomendada para hombres y mujeres (fuera del embarazo y la lactancia) es de 300 microgramos de ácido fólico. El embarazo aumenta la necesidad, por lo que se recomiendan 550 microgramos por día durante este tiempo. Las mujeres que amamantan necesitan alrededor de 450 microgramos por día.
Comer sano a menudo no es suficiente
Muchos alimentos contienen suficientes folatos. Algunas verduras (especialmente las verdes) como el repollo, las hojas de espinaca o las ensaladas, así como los tomates y las patatas, son ricas en folatos. Sin embargo, las vitaminas son solubles en agua y sensibles al calor, por lo que una gran parte se desintegra cuando se cocina. Una preparación suave ayuda a reducir la pérdida.
Las frutas como las naranjas y los productos integrales, las legumbres, las nueces, los brotes, el trigo y los brotes de soja, así como los productos lácteos, también pertenecen a los alimentos ricos en folato. Las yemas de huevo y el hígado también contienen folatos.
Sin embargo, las mujeres embarazadas no deben comer hígado, porque el alto contenido de vitamina A puede tener un efecto teratogénico.
Entonces, aunque muchos alimentos contienen folato, incluso las personas conscientes de la nutrición no siempre pueden satisfacer sus necesidades a través de los alimentos. Para prevenir una deficiencia, recomendamos tomar suplementos dietéticos con ácido fólico, especialmente durante el embarazo.